Si me estás leyendo desde España, estás de enhorabuena. Vives en el segundo país del mundo con mayor esperanza de vida, 83,43 años. 

Desde que era muy pequeña me ha obsesionado saber por qué hay países donde existen diferencias significativas en la esperanza de vida, cuando desde fuera parece que son muy parecidos.

Por ello cuando descubrí que en Japón viven 83,7 años —un poquito más que los españoles—, quise conocer los motivos.

Así descubrí el concepto de IKIGAI y todo lo que implicaba para una vida plena.

IKIGAI o por qué en Japón hay lugares con esperanza de vida centenaria

Cuando se estudia los motivos por los que los japoneses viven muchos más años, lo fácil sería achacárselo a la dieta o al clima. Sin embargo, eso implicaría quedarse en la superficie.

La clave está en las ganas que tienen que vivir. Un concepto que se conoce como IKIGAI y que se podría traducir como razón de ser.

¿Qué es el IKIGAI?

Como te decía, el IKIGAI es la razón de ser o las ganas de vivir con las que te despiertas cada día.

Para entenderlo te animo a que te embarques en un viaje virtual conmigo hasta Okinawa, un pequeño pueblo japonés donde la esperanza de vida supera los 100 años.

Cuando alguna vez les han preguntado por qué creen que la vida allí es tan duradera, siempre contestan lo mismo:

«Aquí todos tenemos un IKIGAI. Una motivación vital. Una misión. Algo que nos da fuerzas para levantarnos de la cama por las mañanas».

Por lo tanto, si haces caso a esta corriente, lo más importante es encontrar ese IKIGAI que te haga despertarte con pasión todas las mañanas.

¿Cómo puedo identificar mi IKIGAI?

Lo primero que tienes que tener claro es que IKIGAI y felicidad no van de la mano. Son cuestiones muy distintas.

El objetivo del IKIGAI es «identificar aquello en lo que eres bueno, que te da placer realizarlo y que, además, sabes que aporta algo al mundo. Cuando lo llevas a cabo, tienes más autoestima porque sientes que tu presencia en el mundo está justificada».

En la mayoría de los casos, la consecuencia es la felicidad, pero no tiene por qué ser así. Se trata de tu misión en este mundo.

«Si somos capaces de encontrar nuestro rol, todo será más fácil y placentero. Fácil, porque ejercitaremos nuestras capacidades más afinadas; placentero, porque nos divertiremos haciéndolo»

¿Cómo puedo encontrar mi IKIGAI?

Encontrar la razón de tu vida no es fácil. Si lo fuera, se acabarían muchos de los problemas que sufren millones de personas.

Encontrar tu IKIGAI no es tarea de un día, sino que va mucho más allá. Por eso es tan importante definir unas preguntas que te ayuden a dar tus primeros pasos.

• ¿Cómo me siento bien trabajando?
• ¿Con qué actividades se pasa el tiempo volando?
• ¿Qué te resulta más fácil de hacer?
• ¿Qué te gustaba cuando eras un niño?

Sé sincero contigo. Responde a estas cuatro preguntas. Apúntalas en un lugar donde puedas verlas y vuelve al final de cada mes a repasarlas.

Un servicio a la comunidad: esta es la clave del IKIGAI

Cuando se estudia el IKIGAI hay un concepto clave que muchas personas están pasando de largo: aportar algo al mundo.

Según la filosofía japonesa, es imposible encontrar este lugar en el mundo si no eres capaz de aportar algo más a las personas que te rodean.

Por eso es tan importante que sea lo que sea lo que decidas hacer, siempre tenga ese impacto.

Nunca te lo habías planteado así… y ahora te toca pasar a la acción

Si estás leyéndome es porque estás buscando tu propósito. Quieres encontrar aquello que te haga feliz, te haga sentir satisfecho y que estás aportando.

Tu vocación es ayudar.

Quieres levantarte cada día con esa sensación y yo puedo ayudarte.

Si quieres que yo te ayude a descubrir tu propósito y a crear un vehículo para ayudar a los demás, entonces te invito a charlar un rato.

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Es tu momento, da el paso y empieza a vivir bajo tus términos.

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Un fuerte abrazo,

Melanie